viernes, noviembre 24, 2006

Otra parte de mí

La gente poco a poco se va conociendo. Nunca llegan a conocerse del todo, pero de parte en parte se logra una buena aproximación. (Para los matemáticos, es como las integrales, vas sumando infinitas partes pequeñas que entre todas dan el total).

Ayer escribí algo sobre mí en este blog, tan solo una parte de mí. Escribirlo todo sobre mí sería tan complicado como escribirlo todo sobre cualquier otra persona, pues cada cual es un mundo. Se que hay quienes creen que no dan ni para escribir un cuento pero no es así. De cada ser humano se puede escribir una novela. Y si no pregúntenle a mi amiga Liset, que hace poco se puso a pensar "cuánta historia no habrá detrás de cada personita de este mundo" y de todos los libros humanos que pudieran escribirse. Así que para aquellos que se creen aburridos, como yo lo creí alguna vez, sepan que están equivocados. Si se miran bien por dentro, van a encontrar un libro.

Y bueno, volviendo al tema original, que me estaba yendo por la tangente. Mi intención era hablar un poco más de mí, no de los demás. Aparte de blancuzo, preguntón y complicado, soy también un poco tímido e introvertido, aunque no faltan quienes dicen que soy un zorro, que los más calladitos son los peores, que me hago el muerto para ver el entierro que me hacen, etc. Aunque no creo que sea tanto así, es cierto que comemierda no soy, y es que hay gente que confunde la timidez con la comemierdería.

También soy regado, empezando por las ideas en mi cabeza y terminando por el cuarto (habitación, para los que no son de Cuba). Mi cuarto es por lo general un clásico escenario de operaciones militares. Y una vez, sólo una vez cada cierto tiempo, lo recojo. Lo mismo cada dos que cada cuatro semanas o hasta más, dependiendo de a donde llegue mi haraganería o de la cantidad de cosas que tenga por hacer.

Y hablando de cosas por hacer, por lo general tengo muchas. El tiempo no me alcanza y no creo que sea el único en esto. A veces quisiera que me regalaran las seis o siete horas que uso al día para dormir. Creo que con eso resuelvo mi problema, aunque quizás no. Seguro me busco más cosas que hacer y entonces se me llena de nuevo la agenda y ya sin remedio.

¿Que qué cosas hago? Lo mismo un libro que me estoy leyendo (hace ya tiempo que no me puedo dar el lujo de llevar dos a la vez) o alguna serie banal y Hollywoodense de esas que no enseñan mucho pero enganchan (dígase 24 horas, Prison Break o Dr. House). Además tengo mi trabajo formal y otros usualmente más importantes por la izquierda, que son los de verdad. Y tengo una vida, por supuesto, con familia, amigos, cumpleaños, novia y salidas recreativas incluidas, y una cuota de cervezas que consumir al mes con sus respectivas resacas.

Tengo también una cocina en casa a la que de vez en cuando hay que hacerle caso si no quieres que el estómago te hale las orejas. Y tengo además la casa en donde se encuentra esta cocina. No es gran cosa pero tampoco es una mierda, y hay que mantenerla. Eso aquí en Cuba lleva tiempo y recursos de todo tipo, pues mantener una casa es un proceso que se lleva a cabo casi exclusivamente por la izquierda.

Y para que vean que soy yo el del problema, con tantas cosas por hacer y tan poco tiempo para hacerlas, me busco por demás la complicación de escribir un blog sin aparente necesidad. Un blog que sólo sirve para... ¿Saben? no me había puesto a pensar conscientemente y en alta voz para qué escribo un blog, de qué me sirve. Supongo que en el fondo lo se, o al menos eso espero.

Cuestionamientos

He leído unos pocos artículos acerca de las perspectivas de que la política norteamericana hacia Cuba cambia, ahora que los demócratas tienen el control del congreso. Suena bien, y todos los días espero que el gobierno de los Estados Unidos controlen esa tendencia que tienen de dejar que ciertas influencias del sur de la Florida dicten su política exterior en este sentido.

¿Que si espero cambios positivos? Si, pero sobre todo porque la esperanza es lo último que se pierde. Pero cuando hago un análisis más sincero según mis modestos conocimientos de cómo estas cosas funcionan, si los demócratas tratan de llevar a cabo cambios más drásticos en las relaciones entre ambos vecinos, pudieran estar arriesgando sus resultados en el estado de la Florida para las elecciones presidenciales de 2008. Y estas todos sabemos que son mucho más importantes.

Aunque a veces me cuestiono también ¿hasta qué punto puede afectar de manera sustancial a un partido ganarse el odio de estos extremistas de Miami? ¿Puede ser la política norteamericana tan cabeza-dura y empecinada sin una real influencia de fuerza mayor que los mantenga dentro de ciertos límites? ¿Es realmente tan dependiente este gobierno, el más poderoso del mundo, de un pequeño aunque adinerado grupo de gente dispuestas a mantener las cosas como están? Muchas preguntas, pocas certezas.

jueves, noviembre 23, 2006

Una parte de mí

Para que me conozcan un poco más, que hasta ahora sólo he dicho que soy zurdo y de centro-izquierda, he decido hablar un poco de mí a partir de unas reflexiones que surgieron de los comentarios en mi post anterior.

Me considero un bicho raro por varias razones. Aparte de ser zurdo, soy blancuzo y eso en Cuba es imperdonable. Y segundo, y más importante, es que también suelo cuestionarme todo o casi todo, y tampoco es fácil convercerme de nada. Reflexiono y pienso mucho sobre muchas cosas. Cosas que la mayoría de las personas pasan por alto consciente o inconscientemente, cosas etéreas, intangibles y elevadas, y hasta en otras más mundanas y terrenales.

Lo de blancuzo (que no es que sea albino tampoco) me ha llevado a situaciones un tanto cómicas, como cuando la abuela de una novia que tuve, al yo llegar a su casa para ser presentado como el novio de su nieta, le dijo a ella bajito al oído "mijita, ese niño yo creo que está enfermo, porque yo lo veo tan pálido!".

Y digo que es imperdonable ser blancuzo en Cuba pues la gente te mira y, o te confunde con un extranjero (sobre todo si vas por La Habana Vieja o por Varadero), o te exhortan, y hasta te invitan a ir a la playa. Como me dijo alguien alguna vez "búscate una tumbona y te estás quieto ahí, media hora por delante y media hora por detrás, a ver si te coloreas un poco que pareces un litro de leche!"

Y lo de preguntón y testarudo hace que esté todo el tiempo pensando en qué será de Cuba, en por qué rayos todo tiene que ser tan complicado en esta vida, y por qué las cosas son aquí como son. Y eso me atormenta. Quisiera a veces ser como los demás, que tratan de sobrevivir sin tratar de arreglar el mundo.

Una vez leí una frase de Kafka que me impactó mucho y ahora la recuerdo: "En la guerra entre yo y el mundo, le voy al mundo". Por eso entre las interminables sesiones del odiado pero recurrente monotema y las cabalgatas hacia molinos gigantes que destruyen el planeta, no puedo evitar reírme a carcajadas y disfrutar también del momento y no tomarme la vida tan en serio. A fin de cuentas no voy a salir vivo de ella ;-)

lunes, noviembre 20, 2006

Dudas y fantasmas

Vivo en la isla, y desde hace ya algún tiempo la idea de abandonarla me ronda la cabeza como un fantasma indeseable.

Yo siempre fui, y creo que aun lo soy, de los que se sentían renuentes a irse. Y no por los eufemismos y las mentiras repetidas mil veces; no por las consignas ni por la isla que se ve en el noticiero, que no me la creo. Sino porque si todos nos vamos esto se iría más a la mierda, y porque adoro este país, adoro estar en Cuba, nuestra manera de ser, nuestro clima. Porque quizá me aferro y aún tengo esperanzas. He tenido la oportunidad de conocer otros países, pero en Cuba me siento como en casa. Quizá no me han apretado demasiado, y se que algunos de los que lean esto se han sentido más con la soga al cuello al punto de decidirse a abandonar algo que aman.

Pero digo esto pues si antes estaba renuente, ahora lo estoy un poco menos. Quizá la soga está un poco más ajustada en estos últimos meses, y la impotencia lo hace a uno tener pensamientos impuros, antes impensables. O quizá el miedo a lo desconocido se va devaneciendo.

Y entonces me pongo a pensar en todos aquellos que se han ido. Los que ya se cansaron; los que vencieron el temor a lo que les pudiera deparar el destino en tierra ajena. Me pongo a pensar mucho en todas esas caras anónimas, a quienes les pesó más en su balanza la necesidad de irse dejando atrás decepciones que el deseo de disfrutar de esta isla maravillosa y perdida en el tiempo que todos amamos. Y me da pena por ellos, y por mi.

martes, noviembre 14, 2006

Ojos que no ven...

Anatole France es un escritor francés, premio Nobel de literatura, conocido también por sus frases. Dos de ellas cautivaron recientemente mi atención.

"Sólo somos felices a costa de alguna ignorancia." También conocida acá en Cuba como "Ojos que no ven, corazón que no siente." A veces pienso que mi desgracia es que trato de ver demasiado. Quizá debiera dar la espalda a algunas cosas, ignorarlas, a ver si comienzo a ser un poco más feliz.

Y por otro lado nos dice "No hay gobierno popular. Gobernar es crear descontentos." A lo que yo añado "Gobernar es un mal necesario." Lo jodido surge cuando lo de mal supera lo de necesario. Eso es difícil de ignorar y causa mucha infelicidad.

martes, noviembre 07, 2006

Julio Bocca y el Ballet Nacional de Cuba

Y en consecuencia con las crónicas culturales de La Habana que he estado escribiendo, este fin de semana tuve la oportunidad de asistir a la presentación en el Teatro Nacional de La Habana de la clásica obra "El lago de los cisnes" con el prodigioso bailarín argentino Julio Bocca en el papel del Príncipe Siegfried.

Tuve también la dicha de ver por primera vez en mi vida a un querido amigo actuar en vivo: Félix Rodríguez, uno de los bailarines principales de la compañía.

Entre los aspectos más relevantes a señalar se encuentra en acompañamiento musical de La Orquesta Sinfónica Nacional, sencillamente excelente. Y la escenografía, muy impresionante sobre todo en el segundo y tercer actos. Las magistrales interpretaciones de Julio Bocca y de la bailarina cubana Anette Delgado en el papel de la princesa Odette son también dignas de destacar. En fin, todo un buen espectáculo del más alto nivel.

Cegueras y pretextos

Hace poco, durante los días más agitados de la reciente y aún latente quasi-epidemia de dengue escuché a un militar que, abrumado por los alarmantes datos que le daba una doctora en un policlínico sobre el alcance de la epidemia, y no pudiendo él mismo explicarse qué factores internos pudieran estar provocando tan altos niveles de infección, exclamaba "esto tiene que ser un sabotaje de los americanos!"

Y yo me decía para mis adentros (para donde si no) "¿pero será posible que todavía haya gente así?" Es decir, yo conozco muchas personas que todavía creen en el sistema, en la idea, en la génesis, y que tienen la teoría que el proceso se desvirtuó, que carece de legitimidad y honestidad, pero que es todavía realizable en su formato inicial. Esta es una idea que respeto y hasta no me atrevería a ponerla completamente en duda, aunque no la comparto. Para mi esto lleva cambios radicales de fondo, sin desecharlo todo, que no es que todo apeste a mierda tampoco.

Pero cuando me topo con alguien que no ve ningún desperfecto, y que todo lo innegable y negativo se lo achaca al bloqueo y a los americanos, no puedo sino frotarme los ojos como en los muñequitos, o darme un par de galletas para luego ver que no estaba soñando. Y ojo que no estoy hablando de los hipócritas y oportunistas que saben que esto es una mierda pero se comen la mejor parte y le venden la otra a la gente con bombos y platillos. Estoy hablando de gente de verdad, que está pasando trabajo (¿quien no?), y aún así creen ciegamente que la fuente de todos los males que pudiera tener esta sociedad están allá arriba, no en el cielo, sino en el norte.

Tampoco voy a decir lo que muchos simplistas del otro extremo hacen, de que cómo es que los males vienen del norte y los que se van, se van precisamente hacia allá. Que tampoco hay que ignorar que algo de daño nos han hecho nuestros vecinos del norte que no son tan inocentes, por muy prósperas y ricas que puedan ser nuestras vidas allá.

Y ahora que lo pienso y ato un poco de ideas, algunas ya viejas pero buenas, creo que puedo decir que el mayor daño que le han hecho a esta isla viene precisamente de allá. Y no, no me estoy convirtiendo en uno de esos apologistas que defienden lo indefendible a capa y espada, y que buscan justificaciones y pretextos donde no los hay. El mayor daño que le han hecho a ésta isla es el de mantener un bloqueo que sirve más como pretexto y justificación para tapar lo mal hecho y para que algunos ciegos se mantengan convencidos, que hace mucho más daño en este sentido, que en el sentido original de matarnos por hambre y enfermedades.

A veces me pregunto si de verdad el cacareado embargo/bloqueo es de verdad. Yo se en el fondo que es una pregunta retórica, pero de todas formas me la hago.

Y es que para los cubanos de adentro, los que tienen dos dedos de frente y no andan ciegamente convencidos sin convicción, siempre nos fue evidente que el bloqueo es un pretexto perfecto para achacarle todos los males de una sociedad tan perfecta e ideal. Bueno, no siempre para mi, pero el tiempo va dando luz en donde había sombras, si uno está dispuesto a ver y a no quedarse ciego. Siempre hemos dicho acá en Cuba que "no hay peor ciego que el que no quiere ver".

¿Ejemplos? Miles.

Si no tenemos Internet para todos, es por culpa de los americanos, que no nos dejan conectarnos a una fibra óptica decente. Si tenemos apagones es porque los americanos no nos dejan comprar el petróleo como Dios manda. Claro, que nos lo manda Chávez en vez de Dios, así que lo compramos como Chávez manda. A veces estos dos nombres, Chávez y Dios, se me confunden un poco, ¿saben? Es curioso.

En fin, que si nos cae algo en el ojo, seguro que fueron los americanos. ¡Qué ganas tengo de que empiecen a llamar a las cosas por su nombre!

viernes, noviembre 03, 2006

Parafraseando

Una vez leí, de Alejandro Dumas, una frase que decía algo así como que "los granujas son preferibles a los imbéciles porque se toman a veces un descanso".

En buen cubano podríamos decir que "los hijos de puta son preferibles a los comemierdas porque de vez en cuando paran de joder". Y ahora que lo leo de esta forma me parece que no estoy seguro que sea cierto.

miércoles, noviembre 01, 2006

Teatrales de La Habana

Dos obras en escena al mismo tiempo, aparentemente sin relación entre ellas, pero con temas similares, están puestas a disposición de los habaneros en estas semanas.

La una, en la sala-teatro el Sótano que está en K entre 25 y 27 en el Vedado, apenas a dos cuadras de La Universidad de La Habana, y a menos de 100 metros de la ya difunta casa de la FEU de la universidad. Se titula "Actrices" y actúan en ella dos grandes de la televisión, Coralia Veloz y Paula Alí. Relata la historia de tres viejas amigas, actrices las tres, que comienzan a desempolvar recuerdos no tan agradables, envidias, recelos, que comienzan a debilitar su amistad. Pero ojo, no todo es drama, pues más de una vez me sorprendí muerto de risa. Si van, vayan temprano que la sala es pequeña y bastante concurrida.

Y la otra, en el más conocido y más espacioso cine-teatro Trianón, también en el Vedado, en Línea entre Paseo y A, que se titula "Arte". De la compañía de teatro El Público y dirigida por Carlos Díaz, actúan Osvaldo Doimeadios y otros. Se trata de tres grandes amigos, cuya relación se ve amenazada de pronto por una pintura. A partir de ciertas diferencias banales sobre el arte, surgen otras ya no tan banales que también comienzan a debilitar la amistad. También da para risa y reflexión. Y ahora que comienza el frío acá no es un gran problema que el aire acondicionado de la sala esté roto.

El teatro acá está muy activo. Y si se sabe donde buscar o a quien preguntar, se puede ver varias cosas. Hace poco tuvimos también un par de puestas en escena muy buenas de la compañía Argos Teatro, en la sala Noveno piso del Teatro Nacional. Primero la excelente obra "Chamaco", de lo mejor que he visto en los últimos años en el teatro cubano, y que además obtuvo un premio de La Embajada de España recientemente. Y pocas semanas después pude ver "Los ojos de la noche" de la misma compañía.